Las mujeres, desde hacea años, son una de las principales dianas de la industria farmaceútica.Nos vendieron la moto de que, para ser libres, teníamos que tener todas una sexualidad prosaica y que, para ello, la mejor manera era consumir la píldora anticonceptiva, que, claro, ellos mismos vendían.Cuando decidimos que ya estábamos hartas de tanta píldora y nos pusimos a procrear, entonces, también desde la industria, nos dijeron que para amamantar a los bebés lo mejor era la leche matenizada, que ellos mismos expendían, por supuesto.En todo momento están al acecho para que, cuando nos salen unos kilos de más, allí están ellos con sus fármacos, sus terápias y sus productos milagrosos. Al hacernos mayores, transforman la menopausia, un proceso natural, en una enfermedad, para la que inventan fármacos y terapias. Y se inventan vacunas y revisiones médicas que no necesitaríamos en condiciones normales. Pero lo cierto es que, hoy, cualquier mujer del siglo XXI está mucho más expuesta a todo tipo de enfermedades que nuestras antecesoras.Vivimos más, pero con peor calidad de vida y, para colmo, ahora el tiempo es más rápido.
¿Cómo mantenernos completamente sanas, en lo que nos atañe específicamente como mujeres, en un mundo irremediablemente enfermo? La respuesta es muy difícil porque cada caso es distinto. Y siempre habrá excepciones. Y siempre habrán casos muy complejos que eviten cualquier norma generalista. Y siempre habrán pasados que pasarán factura.Pero, en realidad, vivir como mujeres autoconscientes de nuestro control del equilibrio de la salud es batante fácil.Para empezar, una vida amorosa con los demás, empezando por nuestros familiares, es muy aconsejable.Comportarse más que bien con el vecino, el enfermo, el desvalido, con el pariente, con el medio...es muy saludable.Tener una dieta orgánica y variada, tener una actitud crítica frente al Sistema y piadosa al mismo tiempo, pasar desapercibidas siempre que podamos, comprometernos con una salud abierta escuchando "otras fuentes" y estudiando todas las posibilidades cuando surge una enfermedad, consultando diferentes visiones, permanecer alejadas de exposiciones perniciosas, tanto de las voluntarias (drogas, alcohol, tabaco...) como de las involuntarias (todo tipo de contaminaciones).Ser paciente es algo muy aconsejable en salud. Lo más sano es huir de cualquier pauta egoísta.
Hacer de nuestro hogar un remanso de paz, estabilidad y belleza, tanto en cultura como en alimentación, tanto en conductas medioambientales como sociales y/o familiares, es la mejor herramienta para tener un sistema inmunitario de hierro.
Fuente: Angeles Parra. Directora de BioCultura.
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