El conocimiento mapuche sobre el tratamiento de enfermedades constituye un sistema que relaciona el mundo espiritual, el mundo físico y el mundo social; vincula, por tanto, la cultura, la religión y la conservación del medio natural. Según la interpretación del investigador chileno Ziley Mora -autor del libro "El arte de sanar de la medicina mapuche"-, la enfemedad podría traducirse como un efecto de la pérdida de equilibrio del individuo consigo mismo y con su entorno social, cuando determinados pensamientos se instalan en el Alma.En la cosmovisión mapuche, el Alma es copia exacta del cuerpo físico de una persona; su desequilibrio, causado por las emociones, los pensamientos y las palabras, por tanto, se manifestará en su réplica.Curar, medicinar, hablar al alma, define, entonces, la práctica del conjunto de conocimientos que permiten restaurar la armonía del Alma.
Las comunidades mapuches han protegido siempre la biodiversidad asociado al trabajo de la machi (mujer instruida sobre el uso de plantas); sostienen, además, que las hierbas medicinales pertenecen a un dueño, a quien solicitan permiso para utilizarlas y garantizar así la efectividad de sus propiedades curativas.
Fuente: Mailier Mattié, Economista y escritora venezolana.Autora de "La economía no deja ver el bosque", "La sociedad inédita:los límites del marxismo y del progreso".
No hay comentarios:
Publicar un comentario